
Las relaciones entre padres e hijos fueron cambiando con el tiempo, pero existen algunos ingredientes que aún no “pasan de moda”, sobre todo cuando los hijos crecen, se transforman en adolescentes y llega la hora de “dialogar”, de conversar esos temas que parecen incómodos o quizás no sabemos abordar o por donde empezar a hablar... Así aparece el tema de las drogas y el alcohol, de la violencia, y el tema que más ansiedad despierta: la sexualidad. En realidad todo los temas son complejos de abordar, ya que como padres nos ha llegado la hora de “jugarnos” mostrar como entendemos, vivimos y hasta “juzgamos” algunos temas... Ha llegado la hora de comprometernos con nuestros hijos y prepararlos para la vida...
Ese si que es un desafió... preparar a nuestros hijos para un mundo lleno de injusticia, violencia, falta de respeto, peligro, inseguridad... un mundo en el que se ha perdido la dimensión del otro.
¿Cómo educar a nuestros hijos? ¿Cómo educar en la esperanza, cuando yo adulto la he perdido?¿Cómo animarlo a pensar en futuro, si mi visión como padre ve que la cosa esta cada vez más oscura?
¿Cómo despertarle entusiasmo, si yo ya he perdido las fuerzas?
Los hijos aprenden lo que los padres SON, no lo que dicen o hacen. Y a pesar de que los hijos crezcan maduren, se hagan adultos sean también “padres”, nunca dejaran de ser tus hijos, esos en los que vos “sembraste” , como mamá, como papá, esos valores perdurables y hasta eternos que seguramente ellos pondrán en practica con sus hijos... y así el “desafío” de educar a nuestros hijos, prepararlos para la vida a pesar de los cambios de los tiempos, no pasara de moda...
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